
El maravilloso sistema inmunológico humano: los macrófagos
El sistema inmunológico del hombre.
Nuestro sistema inmunológico es un sistema maravilloso y muy complejo. Desde tiempos inmemoriales nos ha protegido de los patógenos del medio ambiente. Tiene la capacidad de "aprender" constantemente y desarrollarse más. En la escuela de medicina aprendimos sobre procesos importantes del sistema inmunológico. Sin embargo, los últimos años han traído nuevos descubrimientos revolucionarios. En 2011, el Premio Nobel fue otorgado por el descubrimiento del fascinante receptor de macrófagos "Toll-like". Sin duda, aún quedan más descubrimientos por llegar. Activación de los linfocitos T. Los macrófagos son los “guardianes de nuestro sistema inmunológico”. Están en la primera línea de las membranas mucosas, donde forman la primera línea de defensa para contrarrestar los patógenos. También se les llama "células alimenticias gigantes". Con su "gran apetito" por cualquier cosa que pueda dañarnos, "comen" patógenos como bacterias, hongos y virus. (Ver Fig.) Si reconocen al enemigo, pueden fluir a su alrededor e ingerirlo (fagocitosis). Las sustancias de lucha especiales dentro de los macrófagos (ciertas enzimas) destruyen los virus o bacterias atrapados. Pero ¿qué pasa si los macrófagos no pueden eliminar completamente al "enemigo"? Luego, el patógeno ataca nuestras células normales. Estas células endógenas infectadas ya no se pueden salvar. Sin embargo, los macrófagos pueden reconocer que están infectados y eliminar estas células dañinas del cuerpo, junto con los patógenos que contienen. De este modo se contrarresta eficazmente la multiplicación de los patógenos. Los macrófagos son, desde el punto de vista del desarrollo, una de las partes más antiguas del sistema inmunológico. Como buenos generales, no sólo pueden luchar sino también enviar órdenes a su ejército defensivo. Los macrófagos producen "mediadores inflamatorios" que pueden activar y reclutar otras células del sistema inmunológico. Una vez derrotados los enemigos, los macrófagos presentan componentes inofensivos de las bacterias y virus atacantes en la superficie celular para comunicar más información sobre el "enemigo" a otras células inmunes. Hemos aprendido que los macrófagos llevan en su interior una especie de "inteligencia". Pueden reconocer patógenos. Los macrófagos eliminan patógenos o células del cuerpo que ya han sido atacadas. Envían información a nuestras otras células de defensa inmune.